¿Por
qué la formación es integral?
Porque
el ser humano no es un ser unidimensional, no ha nacido para ser un
“especialista”, el hombre es un ser multidimensional, polifacético, capaz de desenvolverse
en cualquier área del conocimiento, sin embargo muchas de las universidades,
por no decir todas, preparan a profesionales “expertos” en una determinada
área, desechando las capacidades del ser humano como ser integral, y formando
solo mano de obra altamente calificada, necesaria para un sistema que requiere
dicha especialización es así que como diría Marx en los Manuscritos
Filosóficos: “con esta división del
trabajo, de una parte, y con la acumulación de capitales, de la otra, el obrero
se hace cada vez más dependiente exclusivamente del trabajo, y de un trabajo
muy determinado, unilateral y maquinal. Y así, del mismo modo que se ve
rebajado en lo espiritual y en lo corporal a la condición de máquina, y de
hombre queda reducido a una actividad abstracta y un vientre”. Y eso es lo que
están formando las universidades.
A su
vez se han planteado reformas, cambios “novedosos”, que no son más calcos o
copias de otras latitudes, de ello ya escribía Salazar Bondy: "…Se piensa
de acuerdo con moldes teóricos previamente confirmados por los modelos del
pensamiento occidental, sobre todo europeo, importado en la forma de corrientes
de ideas, escuelas, sistemas totalmente definidos y completos en su contenido e
intención. Filosofar para los hispanoamericanos es adoptar un ismo
extranjero", en donde no se asume propuestas auténticas de nuestra
realidad, es más ni una propuestas filosófica doctrinal para generar una
propuesta curricular de acorde a las necesidades de la Nación. Sin embargo
Walter Peñaloza plantea la idea del currículo integral que contribuyó a rescatar la figura del maestro
educador y la contrapuso a la figura del maestro enseñante. Los futuros
maestros debían recibir y explorar conocimientos, incorporar receptiva y
creadoramente el mundo de lo cultural, vivir experiencias no cognoscitivas,
efectuar numerosas y consistentes prácticas profesionales que le posibilitaran
alcanzar destrezas en el ejercicio docente, y, alcanzar dentro de lo posible un
armónico desarrollo de sus capacidades interiores, mediante el apoyo de la
consejería. Así, los maestros “quedaban preparados a través de una experiencia
viva de varios años, para actuar más tarde ante los niños y jóvenes a su cargo
en todas esas áreas, vale decir para impulsar, a su turno, un currículo
integral en su trabajo con esos niños y adolescentes”. Es aquí en la propuesta
del Maestro Peñaloza que hace manifiesta la necesidad de una formación integral
de los jóvenes. Podemos concluir que la Formación Integral como el proceso
continuo, permanente y participativo que busca desarrollar armónica y
coherentemente todas y cada una de las dimensiones del ser humano (ética,
espiritual, cognitiva, afectiva, comunicativa, estética, corporal, y socio-política),
a fin de lograr su realización plena en la sociedad. Es decir, vemos el ser
humano como uno y a la vez pluridimensional, bien diverso como el cuerpo humano
y a la vez plenamente integrado y articulado en una unidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario